La literatura india ofrece una de las muestras más antiguas
del genio creador del hombre. Algunas de las obras que se conservan se remontan
al milenio m anterior a la era cristiana. Están escritas en sánscrito, la
lengua más antigua conocida del tronco indoeuropeo.
A la primera época de esta literatura pertenecen varios
textos religiosos, que se dividen en grupos. Se trata de los Veda (palabra que
significa «ciencia»), que consta de los siguientes textos: (Veda de los
himnos), Alharvaveda (Veda de los conjuros), Samaveda (Veda de los cánticos) y
Yajurveda (Veda de las fórmulas sagradas). Como se advierte, son colecciones de
himnos, oraciones, cánticos para la liturgia, invocaciones a los dioses, etc.,
de gran riqueza cromática en las descripciones y profunda espiritualidad.
A este grupo, el más importante, sigue cronológicamente el
de los Brahmana, emparentado con el de los Upanisad, que recogen enseñanzas de
género religioso y filosófico. Finalmente, los Sutra son series de aforismos
sobre los más diversos temas, aunque siempre de inspiración religiosa.
De una etapa posterior proceden los grandes poemas épicos de
la literatura sánscrita: el Mahabharata el Ramayana.
Ambos son obra de varios autores y sufrieron muchas refundiciones y cambios
hasta recibir forma definitiva a mediados del siglo II d. de J.C.
El Mahabharata es ciertamente el poema más extenso escrito
en el mundo, pues consta de unos doscientos mil versos. A pesar de que se
señale como autor a un cierto Viasa, resulta evidente que tan ingente epopeya
se debe a varios poetas y aun a varias generaciones. La obra, cuyo tema central
son las luchas entre los descendientes de los hermanos Kuru y Pandu, está
repleta de digresiones, en ocasiones de centenares de versos, que la convierten
en una especie de enciclopedia que contiene toda la sabiduría india de la
época.
Más corto, aunque de mayor valor literario, es el Kamayana,
escrito por Valmiki, el más antiguo de los poetas indios de nombre conocido.
Relata las hazañas del rey Rama, que, entre otras peripecias, debe luchar por
la salvación de su esposa Sita, prisionera de los demonios. Esta epopeya, de
reminiscencias míticas, está escrita en estilo cuidado y culto.
El budismo, una de las grandes religiones de la India, dio
lugar a una literatura canónica, que se ha conservado en una gran obra
denominada Tripitaka (Las tres cestas).
Si bien su contenido es básicamente religioso, se encuentran en ella fábulas y
leyendas de tipo novelesco, relacionadas con la vida de Buda y las
transmigraciones de su alma.
Ya en la era cristiana se aprecia un nuevo florecimiento de
la literatura india. Así, el teatro, que se cultiva desde el siglo n a. de
J.C., alcanza su más alto valor con Kalidasa, que vive entre los siglos IV y V.
Su obra maestra se titula Sakuntala, drama de intriga
amorosa entresacada del Motras obras de Kalidasa se inspiran también en
escritos anteriores.
Es autor asimisíno de poemas épicos, como Kuma-rasambhava
(El nacimiento de Kumara) y Raghu-vamsa (El linaje de Raghu), que es una
exaltación de Rama. Se distingue también en la poesía lírica, especialmente con
su poema Meghaduta (La nube mensajera), tierna historia de amor en la que una
nube es portadora de los mensajes de los enamorados. Kalidasa aparece, pues,
como autor versátil, en cuya producción se encuentran muestras de los
principales géneros de la literatura india.
El teatro tuvo otros cultivadores de menor importancia, como
Bhasa (siglo II), autor de la comedia de enredo Carudala, y Vishakhadatta (siglo V), autor de Mudraraksasa, drama de corte político.
La poesía lírica, si bien no alcanza el florecimiento de la
épica, presenta algunas muestras dignas de tener en cuenta. Las colecciones más
antiguas, denominadas Sattasai, pertenecen a los siglos III-V, y contienen
poesias amorosas en su mayor parte. Más tarde entran en la poesía conceptos
éticos y morales, formando el género de los Sütaka. El más importante de los
líricos, como queda dicho, es Kalidasa.
Por su influencia en la literatura y en el folklore
universal resulta importante la narrativa india, que tiene una de sus más
antiguas muestras en el Pancha-tantra (Los cinco libros), conjunto de setenta
cuentos o fábulas redactadas en época indeterminada, entre los siglos m y vi,
atribuido a Vishnusarman. Estos apólogos, en unas ocasiones de gran realismo y
en otras de fantasía desbordante, se traducen al persa en el siglo VI y, a
través del árabe, llegan a Europa.
Son posteriores otras colecciones de relatos, entre las que
se destaca la titulada Hitopadesa (La buena enseñanza), redactada entre los
siglos X y XIV.
Las obras en sánscrito de carácter técnico y didáctico
abundan mucho, y abarcan distintos temas, aunque su valor literario resulte
escaso. Son especialmente célebres el Manavadharmasastra, conocido también como
Código de Manu, el primer rey y legislador del mundo, interesante para conocer
la vida pública en la India entre los siglos II y III, y el Kamasutra (siglo VI),
famoso tratado erótico.
Tras unas centurias de notable escasez de obras originales,
en las que predominan las adaptaciones y refundiciones de escritos anteriores,
la literatura en la India renace en el siglo xiv, a través de distintos
vehículos de expresión: el sánscrito es sustituido, como lengua literaria, por
distintos idiomas modernos, principalmente el tamul, el bengalí y el hindí.
En ellos se cultiva la poesía amorosa y religiosa, como ha
sucedido en el período del sánscrito, aunque las producciones sean de escaso
interés. Abundan asimismo los comentarios filosóficos y religiosos, así como
refundiciones o traducciones de las epopeyas sánscritas.
En tiempos más modernos, hay que mencionar en primer lugar a
Sri Aurobindo (1872-1950), educado en Inglaterra, como tantos indios de elevada
posición. A su regreso a su país natal, intervino en política con ideas
nacionalistas. En su extensa producción, escrita en inglés y bengalí, se
encuentran obras sobre política y filosofía, así como diversos estudios sobre
la antigua poesía sánscrita.
Con todo, el más universal de los escritores de la India es
Rabindranath Tagore (1861-1941), que alcanza el Premio Nobel de Literatura en
1913. Si bien Tagore redacta la mayor parte de sus obras en bengalí, se
difunden ampliamente gracias a las traducciones al inglés. Partidario del
quietismo en política y en filosofía, su vida y su obra estuvieron dedicadas a
la India, y se mantuvo al margen de la influencia occidental. Con todo, viaja
por Europa y los Estados Unidos, y escribe sus impresiones en varios libros. Su
producción es rica, pero se le conoce sobre todo por sus libros de poemas, de
gran lirismo e intimidad, entre los que puede citarse (Ofrenda de cantos,
1915); es autor, asimismo, de algunas novelas, como Gora (1910), y de dramas,
entre los que se encuentra Dak ghar (El cartero del rey, 1913).
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